Costa Rica no entiende de expectativas previas; está diseñada para impactarte desde el primer instante, donde el viajero, no importa sus vivencias previas, recibe un bautismo purifi cador de naturaleza. Y este sacramento hay que recibirlo donde la Naturaleza con mayúscula se hace presente en su máximo esplendor, envolviéndonos, penetrando en nuestros poros, y en definitiva, transformándonos. Ese lugar no es otro que TORTUGUERO.
Tortuguero es un recóndito y espectacular Parque Nacional situado en la costa norte del mar Caribe costarricense. Su acceso solo es posible en avioneta o en bote.
Mi recomendación es que se haga con la compañía más profesional de la zona: el Hotel Pachira Lodge. La travesía es toda una experiencia. Tras atravesar el indómito Parque Nacional de Braulio Carrillo y degustar un suculento desayuno, te invitan a emprender un inolvidable periplo fluvial hasta el corazón de una zona selvática de extraordinaria belleza.
Cuando nos den la bienvenida en el embarcadero del Pachira Lodge, habremos tomado conciencia de cuán lejos quedan nuestras preocupaciones, arrastradas y disipadas por los meandros transitados.
Bienvenidos al paraíso en la tierra, donde el pasado y el futuro desaparecen dando paso a un presente en el que no hay preguntas ni respuestas, solo la comprensión de que no podemos estar en mejor lugar.
El Pachira Logde, inmerso en plena naturaleza, tiene un programa de actividades que permite combinar el disfrute del entorno y de las instalaciones y servicios del hotel.
En vuestra memoria quedará grabada para siempre la experiencia romántica de bañaros en la piscina, a la luz de la luna, escuchando los inolvidables sonidos de la selva. Y tras una estupenda y reconfortante cena buffet, podréis comentar las vivencias del día en el bar del muelle, amenizado por un pintoresco grupo de música calipso.
Las actividades programadas están dirigidas por guías de naturaleza con experiencia en la zona. Una de las cosas que me sorprendió la primera vez que fui fue el entusiasmo que demostraban estos guías.
Pero si uno tiene la oportunidad de volver al Pachira Logde y adentrarse de nuevo en los canales de Tortuguero, comprende que dicho entusiasmo responde a la certeza de que cada incursión es un acontecimiento único que nos brinda la naturaleza, permitiéndonos vivir emociones distintas cada vez.
Un momento inigualable es el de ser testigos de lujo del momento más crucial y peligroso en la vida de las tortugas: el desove. En una salida nocturna, en la misma playa de Tortuguero, podréis vivir una experiencia casi mística, que os convertirá para siempre en cómplices de estas criaturas prehistóricas.
Disfrutaremos en silencio del despertar de la selva en el tour matutino por los canales, observando uno de los momentos de más actividad de su fauna. Y por la tarde, nos extasiaremos al contemplar los canales más estrechos y bellos de Tortuguero, donde el misterio nos espera en cada recodo, en cada vuelta.
Os garantizo una cosa, este viaje es como los buenos vinos: mientras más lo reposéis, mejores y más preciados serán vuestros recuerdos.
Por Maribel de Vega y Carlos Rodríguez. Sevilla, España.
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